Nació el 17 de septiembre de 1969, originaria de Tenancingo, pero como ella lo asegura, renació en Malinalco, Estado de México. Ella encumbra la quinta generación de tejedores en telar de cintura. Desde joven se vio atraída por los rebozos, sin saber que su propio padre había sido artesano de rebozo desde los 13 años de edad, pero lo había abandonado por su situación económica para convertirse en albañil. Entusiasmada por este arte, pidió a su padre, el maestro artesano Isaac Ramos, que retomara su conocimiento y le enseñara las labores, entonces él decidió dejar su legado a Camelia y a su esposo José Mancio, bajo una enseñanza llena de amor de más de dos años.
Desde 1992 Camelia Ramos superó estigmas de género, al heredar el conocimiento y el trabajo que se consideraba propio de los hombres en su estado. Su trabajo significó el rescate de la elaboración del rebozo en telar de cintura, uso de técnica ikat con tintes naturales, así como del rapacejo antiguo, siguiendo lo aprendido con su padre. Entonces decidió ir un paso adelante: Innovó en el diseño de prendas y accesorios hechos con rebozo, dando a cada pieza un sello propio.